El Río Paraguay Paraná se extiende 3.400 km desde Bolivia, pasando por Paraguay y Brasil, hasta Argentina. Es la principal ruta de transporte fluvial de materias primas producidas en la región.
La ‘Hidrovía Paraguay–Paraná’ (una Hidrovía es una ‘autopista’ en un río) es un plan regional que involucra varias intervenciones en el Río Paraguay Paraná con el fin de lograr que el río sea apto para el transporte de grandes cargamentos, permitiendo la circulación de más barcos y más grandes durante los 365 días del año.
Ver documento: Los dueños del río
La HPP es parte de un plan de desarrollo de UNASUR, más específicamente del ‘Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento’ (COSIPLAN) para mejorar la competitividad económica de la región. Este plan fue lanzado a principios de los noventa, pero pudo ser bloqueado por una coalición de ONGs y OSCs (la Coalición Ríos Vivos) después de un intensivo trabajo de cabildeo de casi seis años.
Todo el plan de la HPP consiste en 89 proyectos, de los cuales 13 serán implementados en el período 2016-2019.
Las intervenciones varían según su locación; en algunos lugares involucra el dragado del lecho del río para lograr mayor profundidad; en otros lugares, la rectificación de las curvas del río y la remoción de formaciones rocosas. Si el plan fuera ejecutado, tendrá consecuencias significativas e irreversibles en el sistema de humedales y las comunidades que viven del río y a lo largo del mismo. La remoción de formaciones rocosas y la modificación del lecho del río provocarán cambios y variaciones en el flujo y la velocidad de la corriente. La gran magnitud del plan tornaría muy difícil predecir el real impacto a lo largo de todo el río.
El objetivo del colectivo de organizaciones Humedales sin Fronteras que integra CAUCE desde el litoral argentino, es garantizar la sustentabilidad de la Cuenca del Plata y la preservación del sistema de humedales (Delta, región del Paraná medio y el Paraguay) y por lo tanto sus funciones de resiliencia al calentamiento global, la contribución a su adaptación, la producción de alimentos sanos y de agua limpia, como el respeto a la regulación natural de inundaciones y bajantes a lo largo del Valle Central, es decir, libre de represas hidroeléctricas.