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Se prevé un agraviamiento en los incendios en el Delta del Paraná

Instituciones, organizaciones, productores y profesionales presentaron ayer una nota a diversas áreas del gobierno nacional y de las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe para advertir el alto riesgo existente de que, en los próximos meses, se produzcan incendios de gran envergadura en la región del Delta del Paraná. En la misma se señala como razones las bajas precipitaciones y la importante y prolongada bajante de los ríos Paraná y Paraguay. Además de destacar los riesgos e impactos para las poblaciones y el sistema de humedales en su conjunto, la nota menciona que la presencia de humo puede ocasionar una mayor afectación de las vías respiratorias y complicar aún más la situación sanitaria actual.

La preocupación por las quemas en zonas del Delta es una cuestión que vienen manifestando las organizaciones ambientalistas nucleadas en la Red Delta desde principios de este año. En marzo, Fundación CAUCE había enviado una nota al Secretario de Ambiente de Entre Ríos, Ing. Martín Barbieri, para solicitar la intervención de la Secretaría ante los incendios ocurridos en las islas del Municipio de Victoria.

A continuación la nota enviada el 16 de abril:

INCENDIOS EN EL DELTA DEL PARANÁ

Las instituciones, organizaciones y personas que adherimos a esta nota consideramos que debemos advertir a las autoridades responsables de la gestión de los territorios deltaicos y a la comunidad en general, sobre el alto riesgo existente de que, en los próximos meses, se produzcan incendios de gran envergadura en esta región. Las razones que lo justifican son las siguientes:
– un periodo estival (2019-2020) con bajas precipitaciones,
– una importante y prolongada bajante de los ríos Paraná y Paraguay, y de los humedales asociados a las planicies de inundación, con perspectivas de continuar en las semanas próximas,
– una abundante biomasa vegetal disponible en las islas,
– una carga animal relativamente baja en algunas zonas del Delta, con poca utilización de la vegetación natural, concentrándose y aumentando así la disponibilidad de material combustible.

Situación actual
Durante enero, febrero y marzo de 2020 ya se han registrado numerosos focos de calor, preliminarmente atribuibles a fuegos. El análisis de la información proporcionada por el sensor VIIRS1 detectó la ocurrencia de más de 1300 focos sólo en el territorio PIECAS DP, 94% de ellos con una confiabilidad alta o nominal.
Sumado a esto, la información suministrada por el Instituto Nacional del Agua (INA)2 indica que se prevé que los niveles del río continuarán estando muy por debajo de lo normal para la época. También augura que en lo inmediato “no se esperan lluvias sobre la región de interés”, y que incluso se espera que hasta la primera semana de mayo sigan descendiendo los niveles del río Paraná en el territorio deltaico, para cambiar la tendencia y comenzar una leve suba a fines de dicho mes.
Por otra parte, se ha tomado conocimiento de que autoridades municipales de las ciudades de Rosario y Victoria han mantenido reuniones y han solicitado el apoyo de organismos nacionales y provinciales, y también de que ya se han realizado acciones conjuntas. Sin embargo, aunque los incendios habían disminuido en las últimas semanas de marzo, durante la primera semana de abril –incluso con el aislamiento social preventivo y obligatorio que limita el desplazamiento de las personas- reaparecieron numerosos focos, tanto en la zona de las islas Lechiguanas como aguas arriba y abajo de la conexión vial Rosario-Victoria e incluso en el Bajo Delta.

Posible escenario futuro
Debido a la situación planteada que incluye: la persistencia de la bajante extraordinaria mencionada (implicando grandes superficies sin anegamiento), la próxima época de frío y heladas (durante la cual se seca parte de la vegetación y se reduce la humedad de los restos vegetales), algunas modalidades de manejo de ganado vacuno (que, en ciertos casos, siguen incluyendo al fuego como práctica complementaria); lamentablemente se prevé un agravamiento de la situación de las quemas. Esto supone importantes riesgos e impactos directos e indirectos para los pobladores locales, los de las ciudades aledañas y para todos los componentes (bióticos y abióticos) del sistema de humedales en su conjunto. Es importante destacar también que, en este contexto de pandemia, la presencia de humo puede ocasionar una mayor afectación de las vías respiratorias y complicar aún más la situación sanitaria.
Por lo expuesto, exhortamos a las autoridades y a todos los integrantes de la comunidad del Delta y de zonas aledañas, a tomar todas las precauciones y medidas necesarias para evitar la ocurrencia de una situación semejante a la de 2008, con las consecuencias por todos conocidas, y nos ponemos a disposición para colaborar en lo que esté a nuestro alcance.

Nota completa con adhesiones