Más de veinte organizaciones de América Latina y Estados Unidos dirigieron una carta al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Ilan Goldfajn, electo en noviembre de 2022 por la asamblea de gobernadores del Banco.
En su discurso inaugural de enero de 2023 Goldfajn presentó su visión y prioridades para el Banco entre las que se encuentra un compromiso con «aprovechar todas las oportunidades de diálogo» y colaboración con gobiernos, sector privado, la academia y la sociedad civil para resolver los problemas regionales.»
Entre las áreas prioritarias para el trabajo del BID mencionó la pobreza y la desigualdad en varias dimensiones así como el cambio climático, destacando que “el BID se esforzará por facilitar la inversión en mitigación y adaptación climática, y ser ambiciosos a la hora de ayudar a los países a cumplir sus objetivos del Acuerdo de París.”
En la carta, las organizaciones se presentaron y manifestaron su disposición para seguir contribuyendo a las acciones del Banco en pos del desarrollo de la región.
Fragmento:
Desde 2017 nuestras organizaciones vienen realizando seguimiento y recomendaciones sobre las políticas y los proyectos del BID, en alianza con las comunidades y poblaciones locales. Particularmente, promovemos que el Banco establezca mejores políticas y prácticas sociales y ambientales, así como espacios de participación adecuados y transparentes que permitan mejorar el vínculo y la interacción del BID con la sociedad civil. Por solo mencionar algunos ejemplos, destacamos nuestras contribuciones al Marco de Políticas Ambientales y Sociales (MPAS), a las actualizaciones de la política del MICI y en el acompañamiento de casos específicos, en el proceso de revisión de la Política de Acceso a la Información y en los diálogos sobre la Iniciativa Amazónica-BID.
En paralelo, realizamos un seguimiento permanente de las políticas e inversiones del Banco en toda la región, entre ellos los proyectos en respuesta y recuperación a la pandemia de Covid y muchos otros.
Consideramos primordial que el Banco fortalezca sus prácticas y operaciones, asegurando la promoción y el respeto de los derechos humanos, con especial atención a las necesidades de las comunidades y los pueblos indígenas, quienes se encuentran en primera línea en la defensa de la naturaleza, así como de la protección de los ecosistemas clave para la lucha contra el cambio climático.